Debes saber que el cambio siempre es difícil. Pero también debes saber que siempre es necesario. Tan necesario es que incluso dentro de nuestro propio ADN tenemos esa voluntad por seguir adelante, por mejorar, por romper límites, por ir más allá, por evolucionar. Y si no me crees basta con echar un simple vistazo a cómo era la vida hace unos 50 años. Te darás cuenta que en muy poco tiempo ha habido cambios muy radicales. Muchas veces estamos tan enfrascados en el día a día que ni siquiera nos percatamos de ello, pero piensalo detenidamente, hace un par de décadas ni siquiera existían las videoconferencias, no existían las redes sociales, no existía la banca por internet, ¡ni siquiera existían los teléfonos móviles!. Y hoy en día nadie puede vivir sin estas cosas que vemos como algo tan básico como el aire que respiramos.
Tan básico es que en la actualidad ya hay muchas profesiones y puestos de trabajo relacionados con esos temas. La evolución es natural. No podemos ir en contra de ella. De hecho, quien se opone a la evolución está condenado a la muerte, a quedar obsoleto y a ser olvidado. Por el contrario, quien fomenta el cambio y la evolución está destinado a mejorar su entorno, a triunfar económicamente, a resolver problemas que aquejan a la humanidad, a encontrar nuevas oportunidades para él y para las demás personas que le rodean, a dejar un legado para las futuras generaciones, incluso está destinado a pasar a la historia.
Piénsalo por un momento, al final ¿quiénes son las personas que más recuerdas?, ¿quiénes son esas personas que no necesitan presentación porque ya todo el mundo las conoce?, ¿qué personas consideras que son iconos mundiales?. Toma una hoja o tu celular y escribe el nombre de 5 personas que estés convencido que el mundo recordará por décadas o incluso durante siglos. Pueden ser personas de cualquier ámbito. Pueden ser empresarios, deportistas, científicos, actores, personas del sector tecnológico, escritores, etc. Personas tan conocidas que seguro que aparecen en libros, en películas, en televisión, en entrevistas, en páginas de Internet, en documentales o en cualquier otro lugar que te imagines.
Lee en voz alta tu lista de 5 personas. ¿Crees que esas personas llegaron allí porque se conformaron con el “estatus quo”?, ¿crees que esas personas se quedaron en su zona de confort?, ¿crees que esas personas no lucharon por llegar a donde llegaron?, ¿crees que esas personas no tuvieron que superar millones de obstáculos?, ¿crees que esas personas estaban a favor de mantener todo igual a como ya funcionaba en su época?. Seguramente estés de acuerdo conmigo en que esas personas amaban el cambio. Lo amaban con toda su alma. El cambio seguro fue, o incluso sigue siendo hoy en día, parte fundamental de sus vidas.
Grábate esto en lo más profundo de tu mente porque te aseguro que si conduces tu vida bajo este principio, en donde abrazas, fomentas y promueves el cambio, muchas puertas se abrirán para ti, sobretodo en el área profesional. Las personas exitosas siempre están dispuestas a escuchar los cambios, a escuchar propuestas de mejora, a escuchar ideas para optimizar, para solucionar problemas, para romper los límites establecidos. Por el contrario las personas conformistas, por no llamarlas de peor manera, no permitirán que cuestiones sus conocimientos. No permitirán que cuestiones su manera de hacer las cosas (porque probablemente llevan ya décadas o toda su vida haciéndolo así). No permitirán que cuestiones su sistemas de creencias.
De hecho, es muy probable que se molesten o exploten en furia con el simple hecho de que propongas un cambio. Y la verdad es que esto es muy triste. Las personas que piensan que tienen la verdad absoluta, que piensan que son perfectos o que piensan ya no tienen nada más por aprender poseen, desde mi punto de vista, la actitud más egocéntrica del universo. Y créeme que esto a la larga solo les trae problemas y mucha frustración a sus vidas.
Precisamente por el tema de amar los cambios es que disfruto tanto ser un Nómada Digital. Es la profesión (si, la considero una profesión) donde más me doy cuenta que no se nada. Es donde más aprendo cosas nuevas todos los días. Es donde más necesito estar abierto a los cambios y donde más necesito ser flexible. En ningún otro lugar había puesto a prueba, a un nivel tan alto, mi propia adaptabilidad como persona. De verdad que para ser un Nómada Digital necesitas abrazar los cambios y sentirte bien con los cambios.
Además, una de las razones por las cuales fui capaz de convertirme en Nómada Digital a raíz de la pandemia del covid19, es precisamente porque me adapté muy rápido al cambio. Pasé de ser un trabajador presencial (un típico Godinez frustrado) a un trabajador remoto que atiende sus proyectos desde cualquier país del mundo. Me pude dar cuenta que, al menos en mi caso, ser un trabajador presencial era una tontería. Mucho tiempo perdido en traslados, poca satisfacción, aburrimiento, poca productividad, monotonía y frustración.
Y créeme que sé de lo que hablo. Fui un Godinez durante 10 años de mi vida y definitivamente acepto mi error. Acepto que esa no fue la mejor estrategia. Eso no fue lo mejor que pude haber hecho. No aproveché como debía mis mejores años de vida. No aproveché mi juventud. No desarrollé mi potencial al máximo. Pero lamentablemente eso era lo único que conocía en aquel momento. Es cierto que antes de la pandemia ya llevaba algunos años considerando la opción de trabajar remoto y de hecho sí lo intenté varias veces pero nunca terminó de funcionar. Solamente lo lograba por periodos cortos de tiempo quizá porque yo mismo me autosaboteaba. Yo mismo no lo terminaba de creer posible.
El trabajo remoto estaba muy estigmatizado. Se pensaba que era una excusa para poder estar de flojo en tu casa dormido. Había mucha desconfianza, desconocimiento, pocas métricas con las cuales comparar, era un terreno totalmente desconocido. Pero gracias al cielo todo cambia. Todo evoluciona. Todo se transforma. Hoy en día está más que comprobada la eficacia del trabajo remoto (tanto para las personas como también para las empresas) e incluso me atrevo a decir que, en pocos años, será mucho más normal decir que trabajas en línea a decir que trabajas encerrado en una oficina.
Y no solamente aplica para las personas del sector tecnológico. Cada vez se suman más profesiones. Conozco contadores, abogados, financieros, administradores, entrenadores incluso hasta doctores que ofrecen sus servicios de forma remota. Y les va muy bien. Han abrazado el cambio. Se han transformado. Han evolucionado y eso siempre trae beneficios. Ahora que existe una base firme con la cual se pueden hacer comparaciones entre los beneficios y resultados del trabajo remoto y del trabajo presencial, me puedo dar cuenta que regresar a lo presencial sería una completa locura. Sería como regresar a la época de las máquinas de escribir en lugar de utilizar las computadoras o regresar a rentar películas en Blockbuster en lugar de usar Netflix.
Lamentablemente es normal que exista cierta resistencia al cambio. Todo el tiempo te vas a encontrar con resistencia a tu alrededor, independientemente del cambio que sea, no solo para el trabajo remoto, puede ser para cualquier cosa. Ten en cuenta que la gente hasta se resiste a cambiar de marca de shampoo. La resistencia puede presentarse en cualquier parte y con cualquier persona, no obstante, es mucho más común verlo con las generaciones anteriores. Así que para el trabajo remoto, que definitivamente es el cambio transformacional más grande por el que estamos pasando como humanidad, no te lo tomes personal si llegas a observar mucha resistencia en tu empresa, con tus jefes, con los de RH o con tus compañeros.
Considera que será tu misión mostrarles que no hay nada que temer. Será tu misión abrirles los ojos. Será tu misión ayudarles a evolucionar. La buena noticia para ti es que tarde o temprano tendrán que ceder al cambio o la empresa (y ellos mismos) terminarán completamente obsoletos y aislados. Así que bueno, si tu ya eres un trabajador remoto en la actualidad, siéntete orgulloso. Eres parte del cambio y eres parte de la evolución. Así que lo mejor en este caso es que no retrocedas, lo mantengas y que no tengas dudas. Definitivamente estás en el camino correcto.
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