1. Gran parte de la ciudad de Atenas está grafiteada

Esto es algo que nos impresionó muchísimo al llegar a Atenas. Prácticamente desde que salimos del aeropuerto empezamos a observar los grafitis por todas partes. Nosotros decidimos tomar el metro para movernos al centro de Atenas ya que la estación se encuentra a tan solo unos pasos saliendo del aeropuerto.      

Desde que llegas a esa estación del metro comienzas a ver los grafitis en las paredes, en los muros y en las señalizaciones. Todos los vagones del metro también están llenos de grafitis. Además mientras miras por las ventanas del vagón puedes observar que gran parte de los edificios, locales comerciales, departamentos, escuelas, casas y prácticamente cualquier cosa también se encuentra llena de grafitis. 

Al menos en latinoamérica ver grafitis por todos lados es señal de que estás entrando a una zona peligrosa y que lo mejor es irte de allí lo antes posible ya que corres el riesgo de que te asalten, te secuestren o de que te pasen cosas mucho peores. Pero en Atenas esto es diferente. En Atenas el graffiti está en el centro, a las afueras de la ciudad, en las zonas pobres, en las zonas ricas, incluso hasta en las zonas turísticas. 

Nos tomó un par de días acostumbrarnos a esto. Así que si llegas a Atenas y ves que el departamento u hotel donde te vas a hospedar está todo grafiteado no te asustes. Es algo completamente normal y no significa que te estés hospedado en una zona peligrosa.         

2. En el transporte público de Atenas (metro o bus) puedes subirte sin pagar. 

Grecia ha pasado por muchas crisis en los últimos años y el gobierno del país lo sabe. Por esta razón si los guardias de seguridad ven que te subes al metro o al bus sin pagar seguramente se harán de la vista gorda y no te dirán nada. Te dejarán pasar. Nadie te lo va decir abiertamente pero pagar en el transporte público se ha vuelto algo opcional. 

Nosotros al inicio sí pagábamos pero después de unos días de ver que la mayoría de la gente simplemente se subía sin comprar el boleto, también nosotros lo empezamos a hacer igual.    

3. El internet es malo (incluso peor que en latinoamérica).

Al ser nómadas digitales nosotros dependemos completamente de una buena conexión a internet. Al llegar al departamento que reservamos por Airbnb (que claramente decía que tenía buena conexión a internet), nos dimos cuenta que la velocidad era de menos de 5MB. Con eso apenas y podíamos mandar mensajes por whatsapp. 

No entramos en pánico en ese momento porque normalmente lo que hacemos es también comprar un chip de celular en cada país al que llegamos asi que podiamos usar los datos de Vodafone y compartirle internet a la laptop. También lo que normalmente hacemos es trabajar en algún Starbucks o en alguna cafetería o restaurante que tenga buen internet y conectores para conectar la laptop.

Lo malo del asunto es que después de unos días nos dimos cuenta que los datos de Vodafone eran rápidos pero fallaban muchísimo (normalmente cuando habia dias nublados y lluviosos fallaba más) y, aunque no lo crean, el internet de los starbucks también era malísimo y super lento.  

Así que bueno, la verdad es que tuvimos demasiados problemas con el internet en todo Grecia (tanto en Atenas como también en las islas), hubo ocasiones en las que no pudimos conectarnos a las juntas de Microsoft Teams y desafortunadamente tuvimos que trabajar de una manera más lenta. Mi recomendación es que si eres un nómada digital como nosotros tengas tu plan B, plan C y plan D, para que en caso de que el internet comience a fallar puedas tomar alguna alternativa.   

4. En todos los restaurantes a los que vayas te servirán una botella de agua.

Algo muy bonito de Grecia es que, a cualquier restaurante o cafetería que vayas, te servirán una botella grande de agua apenas te sientes en la mesa, y lo mejor de todo es que es GRATIS!. Nunca te van a cobrar el agua en Grecia y es que un vaso de agua no se le puede negar a nadie!, así que disfruta de este detalle y símbolo de amabilidad cada vez que vayas a comer fuera. 

5. En muchos lugares turísticos manejan dos precios diferentes.

Algo muy curioso de Grecia es que muchos lugares turísticos (como por ejemplo museos y sitios arqueológicos) e incluso algunos restaurantes, manejan dos tarifas diferentes, la tarifa de temporada alta y la tarifa de temporada baja. La temporada baja es en invierno (normalmente desde noviembre hasta febrero) y la temporada alta en verano (normalmente desde marzo hasta octubre). 

Los precios pueden ser tan diferentes que hasta te pueden cobrar menos de la mitad en un sitio arqueológico en temporada baja. Así que puedes ahorrar mucho dinero si vas a Grecia en temporada baja pero lo malo es que en esas fechas es casi imposible encontrar ferries a las islas más famosas (Mykonos y Santorini), además que no encontrarás fiestas ni te podrás bañar en sus playas (a menos que te guste congelarte con el agua a 5 grados). 

Así que bueno, todo depende de ti, si quieres ir a Grecia en plan más de aprendizaje y de visitar los museos y lugares históricos, definitivamente te recomendamos ir en temporada baja ya que ahorrarás mucho dinero y además no tendrás que lidiar con multitudes enormes de gente que no te dejarán ni caminar. Si por el contrario, quieres ir a Grecia en plan más de fiesta y alcohol hasta el amanecer, definitivamente debes ir en temporada alta.      

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